26.12.12


Nochebuena

Fernando Silva dirige el hospital de niños en Managua.

En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar.
Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo queda en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón; se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedían permiso.
Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:
-Decile a... -susurró el niño-
Decile a alguien, que yo estoy aquí.

Eduardo Galeano

21.12.12

¡Al fin te encontré en mi camino!



Dios te salve María,
sagrada María,
Señora de nuestro camino
llena eres de gracia
llamada entre todas
para ser la madre de Dios.

El Señor es contigo
y tú eres la sierva dispuesta
a cumplir su misión.
Y bendita tú eres dichosa
te llaman a ti la escogida de Dios.

Y bendito es el fruto
que crece en tu vientre
el Mesías del pueblo de Dios,
al que tanto esperamos que nazca
y que sea nuestro rey.

María he mirado hacia el cielo
pensando entre nubes
tu rostro encontrar
y al fin te encontré en un establo
entregando la vida a Jesús Salvador.

María he querido sentirte
entre tantos milagros
que cuentan de ti
y al fin te encontré en mi camino
en la misma vereda que yo
tenías tu cuerpo cansado
y un niño en los brazos durmiendo en tu paz.
María mujer que regalas la vida sin fin.


Tú eres santa María
eres nuestra Señora
porque haces tan nuestro al Señor.
Eres madre de Dios, eres mi tierna madre
y madre de la humanidad.

Te pedimos que ruegues
por todos nosotros heridos por tanto pecar,
desde hoy hasta el día final
de este peregrinar.

María he buscado tu imagen serena
vestida entre mantos de luz
y al fin te encontré dolorosa
llorando de pena
a los pies de una cruz.

María he querido sentirte
entre tantos milagros
que cuentan de ti
y al fin te encontré en mi camino
en la misma vereda que yo
tenías tu cuerpo cansado
y un niño en los brazos durmiendo en tu paz.
María mujer que regalas la vida sin fin.

Dios te salve María,
sagrada María,
Señora de nuestro camino.

Cristóbal Fones

12.12.12

Feliz tú que has creído


NOCHEBUENA
Como recuerdo de 24.12.36

¡Mi Dios y Señor!
Me has dejado andar un largo y oscuro camino,
pedregoso y duro.
Muchas veces sentía que mis fuerzas ya cedían la cansancio.
Casi perdí la esperanza de contemplar Tu luz.
Mas cuando en el dolor más hondo mi corazón se helaba,
me llegó el fulgor de una clara y dulce estrella
que me condujo fiel. Yo la seguí
vacilante al principio, después segura.
Así llegué un día a las puertas de tu Iglesia.
Se abrieron, y pedí la entrada.
Por boca de tu ministro me saludó tu voz.
En el interior una estrella sigue  a otras.
Rojas estrellas de flores me indican mi subida hacia Ti.
Son los mensajeros.
El misterio que oculté en mi corazón muy hondo,
ya es hora de anunciarlo:
¡Yo creo y confieso!
El sacerdote me sube a las gradas del Altar,
doblo mi frente,
las bendita aguas fluyen sobre mi cabeza.
¿Es posible, Señor, que haya vuelto a renacer
La que había pasado ya la mitad de una una vida?
Tú los has dicho, y yo lo vivo.
El peso la culpa y la fatiga de una larga vida cayó de mí.
Recibo de pie la blanca capa,
Mis hombros cobran vigor:
¡es luminoso haz de pureza!
Llevé en mis manos tu cirio.
Su llama me dice que Tú –mi Vida– ardes en mí.
Mi alma es pesebre,
te espera,
¡no tardes en venir!
María –tu Madre y mía–
Me ha dado su nombre,
y su Unigénito que ha puesto a medianoche en mí.
Nadie alcanza ni de lejos
Lo que en Ti   – “dentro”– encerrado llevas
Para aquellos que te aman.
Ya te tengo. No me dejes.
Siempre en la ruta de mi vida
estarás Tú junto a mí.
Ni la muerte – porque es vida– me arrancará tu Amor.
Edith Stein

5.12.12

Levanta la mirada

RUPNIK

Cuando todos los telones
serán bajados
apagadas las luces
en silencio las orquestas
Cuando las ovaciones
darán paso al hastío
y el fuego
prenderá en los ojos
entonces
ella escuchará la voz del amigo
Sal;
de noche
Todo será retirado
ya nada sirve para nada
el fuego y la noche
hacen su palel
desconocido
Cristina Kaufmann (Vida espiritual y poesía) Verano 1978